jueves, 28 de julio de 2016

No culpes al Karma de lo que te pasa por gilipollas


Si estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título. ¿Te gustaría decírselo a alguien? ¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo? Y lo más importante ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela.
Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos… Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx  cuando el la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver… Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo que no disfrutabas.

Eso es lo que cuenta la contraportada del libro… 
Sugerente, ¿verdad? 

Divertido, absurdo, fresco… Una literatura de bolsillo, no porque el libro quepa en cualquier parte, que es gordote, sino porque buscarás el bolsillo para llevártelo a todas partes, aunque sepas que así te va a durar muy poco. El camarote de los Hermanos Marx que Sara menciona es comedia, y es absurdo, y original, y memorable, y los dos flamencos de la portada dibujan un corazón, y son rosas… Mézclalo todo, y añade el enredo. ¿Más pistas? Pues que ya son 29 las ediciones vendidas desde que Laura Norton lo publicara en 2014, y que el próximo 11 de noviembre llegará su adaptación a la gran pantalla… Así que, si puedes hacerte con él, lee el libro antes de que te lo cuenten. Es otra historia.



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