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Gen pasa temporadas en casa de sus abuelos, sobre todo cuando su madre está de bajón, y necesita encontrarse a sí misma… La vida con los abuelos no es complicada, pero tampoco sencilla: cuesta entender por qué son tan importantes las viñas para el abuelo, o por qué la abuela tiene su razón de existir en servir a los demás… Y en ese cruce generacional, Gen descubre que los abuelos tienen expresiones curiosas… Cuando el abuelo dice que su madre es un poco viva la virgen, él no puede evitar imaginar a la virgen de la iglesia del pueblo arremangando sus faldas de escayola azul claro y haciendo un zapateado flamenco. Expresiones que perduran porque se transmiten de generación en generación, y que Gen nos explica, a su manera… desde su cabeza llena de habas. Con lo fácil que es llamar al pan, pan, y al vino, vino… aunque a veces haya que llamarlo deliciosa masa esponjosa en corteza crujiente horneada a la leña de roble…
Gen tiene el aura un poco gris… pero solo hasta que empieza a creer un poco más en sí mismo… Cosas de la edad. Puede que no te identifiques con él, pero seguro sonreirás con más de una de sus anécdotas. De paso… ¿has pensado cómo son las habas de tu cabeza?
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